Levantemos Vallas Protectoras en nuestro Matrimonio
Charla de Pareja
Pedro.- Nosotros tenemos ya 43 años de casados, y
queremos compartir con ustedes un tema muy importante en el matrimonio.
Un tema que nos ayudará a que no sea
necesario llegar a la instancia de solicitar consejería matrimonial, no es que
sea malo ir a terapia de pareja, sino que siempre es mejor llevar nuestra
relación ante la presencia del Señor Jesús como integrante que es de nuestra
vida matrimonial.
Así
que, con el propósito de mantener nuestras relaciones de pareja con los únicos
integrantes que la componen, que son: Dios, ella y yo, y para eso tenemos que
levantar tantas vallas como sean necesarias para mantenernos blindados y
protegidos de personas o situaciones que quieran aposentarse en nuestro hogar,
y dañar nuestra unión de amor de casi 49 años, para este 2023.
Así
que mi amor cuéntanos cómo es esa valla protectora que necesita la pareja.
Yno.- Buenos, como su nombre lo indica, las vallas,
o escudos, son instrumentos de protección, por ejemplo cuando nos mudamos a una
casa nueva, queremos ver qué tan protegida está, o cuán seguro es el sitio,
porque queremos la mayor seguridad posible.
Ya
dentro del matrimonio propiamente dicho, tenemos que ir poniendo esas vallas,
de acuerdo al nivel de protección que necesitemos.
Déjame
explicarle mejor. Cuando una, como
mujer, le brinda amor, armonía a su esposo, que no es una mujer muy peleona,
que no hace por qué su pareja tenga que irse a divagar por ahí para no estar
mucho tiempo en la casa, buscando quizá en la calle lo que debe tener seguro en
su hogar. Está levantando vallas.
Levantamos
valla, cuando hacemos los ajustes necesarios para que las cosas del exterior no
dañen nuestro matrimonio.
No es
que la mujer deba ser celosa, pero si tiene que ser cuidadosa para evitar lo
que pueda pasar, para que nadie venga a permear tu relación.
Pedro.- Eso está bien, porque a veces queremos poner
vallas cuando la vecina o el vecino ya están dentro de la casa.
Y
mira que tenemos mala experiencia con eso.
Era aquel hombre que tenía un negocio, donde tenía varias féminas como
subalternas, pero estaba desprotegido, y él queriendo poner vallas protectoras,
le decía:
Mi
amor ve por el negocio, y preséntate como la dueña y que vean que ese hombre
tiene doliente, pero ella hacia caso omiso a eso, decía que no le gustaba ir a
ese tipo de negocio. Esa falta de protección
terminó en un desliz, y es que las tentaciones están donde quiera. Por
eso el dicho de que ¨El que tiene tienda la atiende o la vende¨
Yno.- Así es, a veces queremos levantar vallas, pero ya es muy
tarde, ya el matrimonio, quizá se rompió, o entro en una etapa de infidelidad.
Los
divorcios dan aviso, como un carro que tiene un ruidito por aquí y otro por
allá, y lo dejamos así, un día te deja a pie.
Tenemos
que darnos cuenta cuando está llegando la hora de buscar ayuda, alguien que nos
ayude en nuestra relación de pareja, pero a veces tenemos mucho orgullo, o uno
de los dos no quiere ir por ayuda, por no contarle a otros por lo que está
pasando el matrimonio.
Olvidamos
que el matrimonio tiene que ver con que uno protege al otro, y viceversa, en
contra de todo lo que pueda dañar las relaciones.
Mi
misión es protegerlo a él, y él protegerme a mí, y como se hace eso, procurando
que cada quien haga feliz al otro. Por ejemplo, si a él le gusta que le rasquen
la espalda, rásquele la espalada, si a él le gusta leer libros, déjele su
espacio para que lea sus libros, etc.
Esos
detalles son vallas en su matrimonio, que el valora en usted, y que hacen que
el no ponga sus ojos en otra mujer.
Pedro.-
Hombres anden por la derecha, porque Dios como que dotó a la mujer como de un
sexto sentido.
Yno.- Es el Espíritu Santo que nos dice lo que
puede haber, o que algo puede estar pasando.
Pedro.- Porque mis hermanos, que en mi tiempo que aún estaba en el mundo, llego de mi calle
ya de madrugada, me doy cuenta que la camisa estaba pintada de pintalabios,
despacito me quito la camisa, la envolví y la escondí en el medio de una cama
sándwich que estaba cerrada, y adivinen qué?
Allá
fue la mujer a buscar esa camisa, y le pegó fuego esa noche, después de una
buena reprensión.
Que
hizo ella con eso? Puso valla, de ahí en adelante no me atreví acercarme a una
mujer que me pueda pintar la camisa.
Yno.- Eso no es celos, hermanas, es que usted tiene
que dar señales de que usted está viva.
Pero también me dio una enseñanza.
Que
también aprendí que el que tiene tienda la atiende o si no la pierde, usted
tiene que estar atenta a suplir las emociones de su esposo para que él no esté
buscando cosas por ahí, que las tiene en su casa.
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